Lo que está en crisis dentro de la Izquierda Mexicana es su pensamiento, su proyecto ideológico. ¿Cuál es el planteamiento ideológico de la izquierda hoy? Por donde quiera que se le vea no hay un planteamiento radical para una transformación radical, ha perdido el sentido de la utopía, aquella que hiciera que cientos de hombres dieran su propia vida por algo que creían, que pasaran su vida en las cárceles o en el exilio.
La izquierda, hoy reconocida en las Instituciones Políticas como el PRD ha pasado de los liderazgos sociales a los liderazgos políticos, ha pasado de la lucha en las calles al cuidado de las prerrogativas, de las frías noches en las cárceles a las oficinas donde se negocia o se comparte el poder de los grupos. Aquí no sólo son los arreglos políticos los que necesitan una crítica sostenida y convincente, sino también el ejercicio del poder arbitrario. ¿Por qué soy de izquierda? Porque creo como Wilhem Reich que, no hay verdad más grande que ir a la raíz de los males en lugar de conservarlos como lo hace hoy la derecha. ¿Dónde concentra su esfuerzo la izquierda de ahora? A mi parecer la izquierda funciona dentro de un contexto pluripartidista donde los procedimientos formales son los procesos electorales, inductores del cretinismo. Incluso en sus propios procesos internos. ¿Dónde es importante concentrarse? Pienso que en una revolución social. Una revolución que transforme el estado actual de enajenación, sobre todo el de la conciencia social, la izquierda de hoy debe pensar en un nuevo orden social que sea realmente superior a la democracia electoral. La sociedad conformista benefactora de un Estado cuya política social alimenta el conformismo, genera apatía.
Desde este orden nadie se plantea ya ningún problema ni diferenciación entre una democracia ejercida entre el PRI, el PAN o el PRD. Ningún partido define los problemas desde los contextos sino desde sus motivaciones coyunturales electorales. Por ejemplo la actitud política es cínica, se justifican argumentos jurídicos con poca claridad para decir que se actúa conforme a la ley, mientras que por otro lado los liderazgos políticos negocian prebendas para sus Partidos.
El planteamiento al estilo kantiano que buscaba en su antropología filosófica la identidad al hombre ahora se vuelve en la filosofía política necesaria para preguntarse, ¿Por qué soy de izquierda? No creo que sea una ociosidad preguntarse acerca de su identidad en un mundo donde la política ha dejado de ser una reflexión para convertirse en un pragmatismo, es decir, pragma igual a lo útil, el pragmatismo sólo sirve a lo que es útil. Hoy es importante apuntar a la consolidación ideológica de un proyecto social que revolucione la conciencia enajenada y revolucione la construcción de un modelo que subvierta al que existe. Pues en un mundo donde la desigualdad crece día con día no queda más que potenciar los recursos humanos a la transformación de sus espacios materiales, subjetivos y sociales con el fin de garantizar la solidaridad entre ellos y su sobrevivencia. Por la vía institucional uno esperaba que fuera a través de la organización política donde podríamos haber alcanzado esto, pero en la historia mexicana los partidos políticos han modificado sus plataformas de acuerdo a las coyunturas y sus intereses.
El perrredismo en su joven historia ha legitimado en sus prácticas los mismos vicios que los demás partidos, el priismo durante sus setenta años lo único que produjo fue una cultura clientelar, paternalista y voraz del poder y, el PAN en su primer sexenio (ya casi por terminar) no hizo más que radicalizar lo que el PRI lo hacía.
Así, la pregunta ¿Por qué soy de Izquierda? Plantea la búsqueda por recuperar lo social como inspirador de las transformaciones radicales, el fracaso de los partidos políticos principalmente de la llamada izquierda ha sido el fracaso de la ideología considerada como tal, de otra manera ¿Cuáles son los ideales que se dispone para enfrentar los grandes problemas que nos aquejan? ¿Con que liderazgos y con qué agenda local, estatal y nacional podremos hacerlo? ¿Cuáles son las bases, los fundamentos ideológicos, los principios éticos, la coherencia política que nos permita alcanzar una sana relación entre lo institucional y lo social? O de manera más simple ¿Qué modelo de sociedad persigue la izquierda? ¿Con que agenda? ¿Con que lideres? ¿Con que código ético? ¿Con que coherencia? Evaluemos las preguntas y tratemos de contestarnos, por lo menos hagámoslo como ciudadanos para que pronto podamos enfrentar lo que los actuales líderes se niegan a reconocer, que la izquierda, por lo menos aquí en Morelos, no existe como proyecto.
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