Por: L.A. Luis Miguel Isidoro
Ha iniciado ya el proceso Legislativo para los próximos años
de vida política en nuestro País, y esta nueva Legislatura ha sido recibida
-por el actual mandatario nacional Felipe Calderón- con un saludo afectuoso,
por cierto estrenando la iniciativa preferente, la Reforma Laboral. Existen
temas de trascendencia a debatir en la afamada reforma, entre ellos, los más
sobresalientes a discusión son 17, se refieren a la regulación de las
outsourcing, los contratos por uno, tres y hasta seis meses, el trabajo por
horas -a siete pesos por hora-, los despidos y el pago de salarios vencidos, el
trabajo infantil, el derecho de huelga y la transparencia sindical,
principalmente. No es posible aprobar su contenido en los términos que emanan
del ejecutivo, pues ello representaría un retroceso y más aún, trastocan las
garantías y conquistas laborales de la clase obrera.
La reforma sólo es un engaño que esconde la destrucción del
derecho laboral, pues aunque toca temas sindicales como las auditorías, no va
más allá de poder confrontar a los sindicatos burocráticos emanados del
Gobierno, ni transparentar montos de subsidios, en México hay sindicatos que
tienen líderes vitalicios al menos así ha permeado ante la sociedad- tal es el
caso de Elba Esther Gordillo, frente a la Educación, o Francisco Hernández
Juárez, frente a los telefonistas. Millones de jóvenes buscan una oportunidad
real de empleo, y en la planteada reforma busca disfrazarse bajo argumentación
de doble discurso, el poder ofrecer empleo con todos los derechos sociales a
los jóvenes al poder contratárseles por tres o seis meses, lo sustancial es que
al no ser recontratados serán liquidados sin derecho a poder generar antigüedad
que devengue en hacerse de una plaza laboral.
Un tema escabroso en la reforma es el planteamiento ante el
“despido injustificado”, pues se intenta argumentar que por demandas laborales
no se han podido generar los empleos que el País está demandando, este aspecto
deriva que el ejecutivo plasma el pago de sólo un año de sueldos caídos, aún
cuando el juicio laboral dure mucho tiempo, imaginen el fondo real del asunto,
lo contenido en la reforma viola muchos tratados internacionales que México ha
celebrado.
Así mismo, la historia laboral en nuestra nación ha sido
encauzada por Huelgas como la de Río Blanco, precursora de la Revolución
Mexicana, la clase obrera se vio obligada a actuar ante las resoluciones
presidenciales de apoyo a los empresarios, atentando contra la libertad de
asociación de círculos obreros, sucesos como estos, originaron el uso del
aparato de estado, las fuerzas militares, para restablecer el orden, violando
garantías individuales, con abusos de autoritarismo y represión. El México
moderno debe emprender una nueva Revolución, pero una Revolución de
conciencias, dejar huella, es necesario seguir despertando a la sociedad y dar
la batalla en el terreno de las ideas y de las Instituciones, se necesita
buscar mecanismos para darle contrapesos al sistema neoliberal que cristalice
verdaderos beneficios para nuestra sociedad.

No hay comentarios:
Publicar un comentario