jueves, 11 de octubre de 2012

Consulta popular y Democracia directa


Por: M.A. Mirna Izquierdo Gómez

En contraposición del mundo antiguo y moderno podemos afirmar que la democracia ha sido el término axiológico que mayormente se ha utilizado para asignar la representación del poder político  en función de la asignación de un gobierno legitimo, sin embargo se ha convertido en un método basado en procedimientos establecidos por las leyes para darle legalidad.

Hoy día podemos afirmar que los estados se han vuelto más grandes y poblados, por lo que ningún ciudadano es capaz de conocer a todos los demás, lo que ocasiona que las discusiones en torno a esta temática se vuelvan más espinosos y  sean más marcadas las desigualdades entre las formas.

Por ello se plantea un cuestionamiento en función de la ampliación de la democracia representativa y de la institución de la democracia directa, ¿Cómo  realizarlo? Primeramente tendríamos que afirmar que si por democracia directa entendemos la participación de todos los ciudadanos en todas las decisiones, ciertamente esta propuesta seria insensata, es imposible que todos los ciudadanos decidan todo en sociedades cada vez más complejas como son las sociedades industriales. Es decir la reducción de los intereses humanos a los intereses de la polis que representaría la eliminación de la esfera privada convertida en esfera pública.

Las democracias representativas que son de nuestro conocimiento son aquellas en las que por representante entendemos que se asigna a una persona que tiene cierta característica: gozar de la confianza electoral, que una vez asumida su posición no está obligado a tutelar los intereses generales de la sociedad, y no puede ser revocado. Es por ello que nuevamente planteamos el término de democracia representativa que solamente obedece a un tipo de pensamiento.

Con respecta al referéndum, es la única institución  de la democracia directa que se aplica concreta y específicamente en la mayor parte de los estados de democracia avanzados donde se utilizan como herramientas, otra de las  modalidades son: el referéndum controlado por el gobierno, el referéndum exigido por la Constitución, El referéndum vía petición popular, la iniciativa popular, sin embargo cada uno es utilizado dependiendo de las características de los sistemas políticos.

 En conclusión  es posible decir que si se puede hablar de un proceso de democratización, no en el sentido estricto de la democracia directa o la representativa, donde se deben ocupar formas, incluso tradicionales que permitan un cambio sustantivo en las instituciones democráticas, que puedan ser resumidos en la democratización social.

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