Por: L.A. Luis Miguel Isidoro
Muchos son los actores políticos que han dado la batalla
respecto al tema de la Reforma Laboral, pero también hay quienes han preferido
mantenerse a la expectativa ante el proceso que ha seguido el tema de la
reforma laboral en las cámaras. La reforma laboral aprobada por la Cámara de
Diputados, en los términos en que actualmente se encuentra, es un festín para
los grandes empresarios, satisfechos y agradecidos no solamente con el PRI,
sino también con el PAN, un partido que ha demostrado que lo que menos les
importa son las condiciones laborales de los más de cuatro millones de
trabajadores asalariados mexicanos.
En cuanto al tema de la transparencia sindical y el cual
confronta de forma directa a Patrones sindicales y Senadores es una apuesta al
debate nacional, el PRI sabe bien que si se aprueba la democratización de las
organizaciones de los trabajadores, para la izquierda crecería la posibilidad
de ganar las elecciones dentro de seis años, motivo por el cual bajo órdenes
del próximo ejecutivo ha puesto un total empeño en defender la no transparencia
sindical ni la votación directa y secreta.
El escenario más probable es que con dicha apertura
democrática en los sindicatos, quien tendría mayor desventaja serían las
fuerzas panistas dejando la pugna para el PRD y el PRI, quienes lucharían por
el apoderamiento de los órganos de dirección sindical con miras al 2018, es ahí
la verdadera pelea, la ruta a la contienda presidencial del 2018. La Izquierda
en México aún es frágil en su formación política e ideológica y eso se ha visto
reflejado en las elecciones puesto que aún no ha logrado permear en la sociedad
la lucha de una izquierda que busca el beneficio común.
Los Senadores darán el debate cada quien desde su trinchera,
unos a favor, otros en contra, los panistas manejarán un doble discurso, por un
lado dirán estar a favor de la transparencia sindical pero en los hechos de
votación no insistirán en hacerle modificación alguna a lo hasta ahora
aprobado, paradojas mediáticas, nada será cierto hasta no ver una posible
alianza del PRD, PAN, PT para modificar al menos dos temas fundamentales en la
Ley Laboral, en términos numéricos es posible, en términos políticos aún es
incierto el panorama.
La sociedad laboral de nuestro país ve como se juega con lo
más preciado que puede recibir, su salario, una sociedad impotente ante el
cúmulo de retrocesos que la reforma implica, aún se espera que la intentona de
algunos legisladores por dar marcha atrás a la iniciativa como “preferente”
prospere y se pueda debatir más amplio, difícil, muy difícil, se necesita mucha
voluntad política si es que realmente se busca el bienestar común, no sólo en
el discurso sino en los hechos.

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