Por: L.A. Luis Miguel Isidoro
Han pasado las elecciones
llamadas “perversas” por los numerosos hechos violentos que se suscitaron y la
acostumbrada práctica mercantilista para la obtención de votos en las
elecciones de 931 presidentes municipales, 271 diputados locales de distrito y
171 legisladores locales de representación proporcional, en segundo término la
gubernatura. Los distintos niveles de gobierno no han sido contundentes para
condenar los hechos y garantizar, de forma inequívoca, la jornada electoral. Si
la autoridad no transmite esta tranquilidad a la ciudadanía, el voto podrá
verse impactado, inhibido y, por lo tanto, no cumplir con las aspiraciones
democráticas de una elección, es notoria la baja participación en los comicios.
Después de todo ese clima político donde unos se dicen ganadores y otros no
vencidos, es en que el afamado Pacto por México tiene sus velitas prendidas
para tratar con pinzas la aceptación de los resultados por parte de los
Institutos Políticos. Al que menos conviene su ruptura es sin duda al ejecutivo
federal, que tras haber transcurrido ya 7 meses de gobierno, no se han visto
resultados fructíferos en algún tema. Aún no hay obra pública, la inflación
sigue creciendo a tasas de 4.7 mientras vemos los precios de la canasta básica
irse por las nubes, y sumado a ello una nula creación de empleos. Sin duda
alguna, el gobierno de Peña Nieto le apuesta gran partida a la Reforma
Energética con una disfrazada parcial privatización de PEMEX, mes con mes el
aumento a combustibles busca elevar los costos de producción y con ello el
costo de todos sus productos. A ello le sumaremos que a la par de esta reforma
surgirá la iniciativa de otra más, la Reforma Fiscal, para levantar una enorme
cortina de humo y hacer imparable la venta de la paraestatal, el ejecutivo
promoverá el incremento a uno de los impuestos que más golpea la economía
familiar, el IVA, el cual buscará fijarse generalizado, donde la apuesta es que
pase del 16% al 23% para que en la negociación afirmen un dadivoso 19%. Así
mismo la búsqueda de la eliminación a los subsidios energéticos como el de la
Luz impactará de forma frontal la economía de las familias mexicanas. Sin
embargo, una reforma también apremiante, pero la que menos le importa al
ejecutivo -para afianzar su poder- es la Reforma de Estado, ahí radica el
principal eje de conversión del país, pero sin duda alguna aún se vive en
circunstancias de realismos de ciencia ficción sociológica por comunidades
afectadas que no practican la conciencia social como reflexión para emitir su
voto, sino envueltos en una cooptación necesaria para subsistir en las
situaciones mundanas.
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