miércoles, 30 de julio de 2014

•••'PEMEXPROA- RESCAPEMEX' La nueva gran Privatización del Salinismo•••

Por: L.A. Luis Miguel Isidoro*

Y pensar que somos alrededor de 118 millones de mexicanos los que por años tendremos que pagar asumidamente la deuda pública como lo ha anunciado el Secretario de Hacienda Luis Videgaray, algo así como un billón 153 mil millones de pesos el pasivo de PEMEX y el de CFE como 500 mil millones de pesos, por lo que cada mexicano pagaremos poco más de 11 mil pesos, de lo que se convertirá la deuda, y que representan 12 puntos del Producto Interno Bruto por 30 0 35 años, poquito tiempo de plazo, en la que pagaremos, pagarán nuestros nietos y bisnietos.

Un despojo legitimado entre Gobierno Federal y Congreso, prestos a aprobar dicha propuesta de convertir en deuda pública el inmenso pasivo laboral de PEMEX y CFE, como en aquellos años de 1994 y 1995 con el FOBAPROA, -una banca primero expropiada en 1982 por López Portillo y después reprivatizada en 1990 por Salinas de Gortari-, la dimensión de las cifras nos harán una vez más cargar con una mega crisis del Sistema Financiero Mexicano, que para que se nos olvidara rápido, se le cambió el nombre a IPAB como instrumento de deuda pública para que todos pagáramos los quebrantos de la Banca privatizada.

Pasivos convertidos en trueque ante los Sindicatos de PEMEX y CFE, pero principalmente como prebendas que durante muchos años el PRI ha otorgado al sindicato petrolero, todo ello según Videgaray como una “buena idea” para sanear PEMEX, lo cual no es otra cosa que hacer que las empresas transnacionales no carguen con el pasivo laboral.

Todo ello no queda solamente en el plano de la negociación política sino de una continuidad de la historia desde el salinato con el FOBAPROA, como cierre de acuerdos entre lo que resalta el nombre de Carlos Salinas de Gortari, Pedro Aspe, Guillermo Ortíz y el Grupo Atlacomulco, en la cual Zedillo Ponce de León fue el encargado de consolidar el atraco. Empresas al rescate como Grupo INFOMIN, SYNKRO, GMD, Grupo Salinas y Rocha, Banamex, Bancomer, Serfín, Bital, Banorte con préstamos quirografarios, en la que la recuperación se estimaba en 20 centavos de cada peso comprometido. En aquellos tiempos desaparecieron los subsidios populares, como el de la tortilla, en este acto desaparecerán los subsidios generalizados, disfrazados de apoyos focalizados bajo la facultad del ejecutivo. Estamos ante la nueva gran pivatización del Salinismo, ahora por Peña Nieto, un PEMEXPROA legitimado.

Le sonará posiblemente el nombre de Roberto Alcántara Rojas, socio mayoritario de Grupo PRISA o del Diario El País, un empresario que por años ha apoyado las campañas del PRI y que ahora vislumbrará nuevamente su recuperación económica. 

Los mexicanos hemos vivido varias privatizaciones de las paraestatales con el mismo cuento de siempre, modernidad, alejamiento del precipicio, competitividad y productividad, sin recibir beneficio alguno, habrá de recordarse la venta de Ferrocarriles, de Teléfonos de México, el Rescate Carretero, El Rescate Bancario, y ahora el Rescate de PEMEX y CFE; todos como reestructuración de este sistema neoliberal que tanto daño ha hecho al país, un modelo imperante para que los empresarios de este país sigan concentrando más del 60% de la riqueza nacional bajo una permanente pauperización de millones de mexicanos en la que persiste la retórica “privatización” como “justificación” de rescate y desmantelar el aparato productivo del Estado, donde aún se espera el cumplimiento a las promesas de buscar con ello atender en mayor medida, las demandas más urgentes de quienes menos tienen, subsanar las carencias y elevar los niveles de bienestar.

*Delegado Nacional por Morelos en PRD - Distrito Federal II

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