La Violencia de Género
debe irse erradicando cada día más de la convivencia social en todo el aspecto
de la palabra, ya que en muchas ocasiones se cree que es sólo en el ámbito de
la pareja que se ocasiona el maltrato a las féminas, pero no es así, muchas de
esas ocasiones la violencia a las mujeres existe en todo el entorno social y se
nos pretende acostumbrar a ello como si nada pasara.
La pasada marcha #8M y
la manifestación femenil denominada #UnDíaSinNosotras debe entenderse
como un llamado a toda la sociedad mexicana, no como un golpeteo al Gobierno en
turno, del presidente Andrés Manuel López Obrador, ni como una lucha entre el
macho y la hembra, sino como el hartazgo encabezado por las Mujeres para poner
un Alto a la Violencia en el país, principalmente la Violencia de Género, y de
ahí la reflexión hacia todo tipo de violencia suscitada, consecuencia de la
podredumbre en que se ha dejado crecer la crisis de violencia durante los
últimos 12 años. Este tipo de manifestaciones son legítimas y válidas, pero sin que se realicen actos vandálicos ni se atente contra la propiedad privada y el patrimonio nacional. Es cierto que se requiere tiempo para avanzar en el tema, pero
se debe responder al llamado social con ahínco, el Gobierno en turno tiene un
problema mayúsculo a resolver, y es lograr que la sociedad perciba mejoras en
la Seguridad en su entorno y hábitat, que sienta que el Gobierno verdaderamente
implementa estrategias para disminuir los niveles de violencia en el país,
aunque también la sociedad mexicana en su conjunto debe colaborar ya que es un
problema estructural, una sindemia, desde la base social, que atañe a todos.
Trabajar para poner fin a la violencia femenina bajo tres ejes primordiales: la
prevención, la protección y la provisión de servicios como
medidas urgentes, con un impacto de transformación en la calidad de vida de las
mujeres.
Podríamos decir que a los
hombres en nuestra Cultura se nos ha educado para ser superiores que las
mujeres, y muchos hombres toman ese aspecto como el totalitario, y no
reflexionan ni analizan su conducta más allá de la explotación de sus
emociones, es necesario darle un rumbo nuevo educativo a esa Jerarquía de
Valores, eliminando de raíz las desigualdades entre hombres y mujeres.
Es necesario analizar las
raíces de los estereotipos de género y no sólo verlo como 2 tipos de Sexo, como
un aspecto anatómico, fincado netamente en diferencias biológicas; entonces
debemos entender el Género como la adscripción cultural para cada uno de los
sexos, y al ser un asunto cultural, se debe asignar distintos espacios de
actuación en esos ámbitos, en cuanto a roles, valores, comportamientos,
actitudes, expectativas de vida, de acuerdo a su lugar y tiempo de su entorno,
con el mismo trato, con las mismas oportunidades, con su ejercicio y control de
derechos, de poder, de alcance de recursos y beneficios sociales, cualesquiera
que sean sus condiciones individuales.
El asunto de análisis de
fondo, es cómo deben ser los modelos sociales masculinos y femeninos, nuevos
modelos sociales que se puedan considerar válidos y aceptables para la
sociedad. La Independencia de criterio podría ser un factor de aplicación, como
definición cultural de roles apropiados y definidos, pero en un ámbito de
respeto y de apoyo mutuo, y debe alejarse la violencia en todos los ámbitos en
donde se desenvuelva la mujer.
Las Mujeres hoy en día, son
luchadoras sociales que buscan ver reivindicados sus derechos totalitarios en
una sociedad como la nuestra, la mexicana, donde a veces parece ser más bien,
una sociedad hecha para nosotros los hombres.
Considero que aún quedan
pendientes muchos temas, con una cultura de No Violencia contra las
mujeres, entre ellos, podríamos mencionar el respeto a la mujer en la libertad
de ejercer su voluntad al trabajo, menciono esto, porque muchas mujeres ven
limitada su libertad en cuanto al tema por el excesivo control de sus parejas
en cuanto al ejercicio de las prácticas laborales de su fémina pareja generando
Violencia Laboral. Lo anterior se puede comparar desde 2 premisas
fundamentales, la primera, sería la inseguridad de la fidelidad de su pareja; y
la segunda, la opacidad masculina de sentirse rebasado en cuanto a la
aportación material de los bienes de la familia.
En la década de los 70's
grupos de mujeres feministas y organismos no gubernamentales comienzan a hacer
visible el problema de la violencia contra las mujeres y lo incorporan en la
agenda pública. En 1981 durante el Primer Encuentro Feminista
Latinoamericano y del Caribe, realizado en Bogotá, Colombia, las Mujeres
asistentes decidieron conmemorar el Día Internacional por la No
Violencia contra las Mujeres, recordando el brutal asesinato que en 1960
sufrieron las hermanas Mirabal, conocidas como las “mariposas
inolvidables”, activistas políticas de la República Dominicana, por
orden del Gobernante dominicano Rafael Trujillo (UN).
Desde entonces el tema de la
violencia contra las mujeres ha sido tema de diversos foros internacionales. Se
define por violencia contra la Mujer a todo acto que tenga que ver con algún
daño de sufrimiento, físico, sexual, psicológico, amenazas, la coacción o la
privación arbitraria de libertad entre otros. México, estructuralmente
y por sus raíces en las costumbres a través de los años, ha sido
considerado como país machista, pero tampoco debe prevalecer la idea de
que existe un Patriarcado totalitario, ya que se ha avanzado bastante en
el tema de la Paridad de Género en México en relación a otros países del
mundo. El Gobierno ha establecido muchos Programas Federales de apoyo y
Sistemas de aporte a las Mujeres, muchas cosas se han implementado para mejorar
el ambiente femenino que sobra mencionar. Falta mucho por hacer, claro, en nuestro País se debe legislar más hacia
las mujeres, es necesario aún más profundidad, la creación de más Políticas Públicas que
regulen y fomenten justicia y seguridad hacia las féminas, además de que se
ejecuten las leyes y políticas existentes, con un estricto apego al respeto de
sus derechos educativos, políticos, sexuales, religiosos, económicos, donde se
proteja su integridad personal y familiar, libres de acoso, hostigamiento o
presiones.
Es necesario redireccionar la
educación en esta Cuarta Transformación en cuanto al trato digno de la
mujer, y no sólo verlo desde el aspecto de moda de cada año, trabajar para
lograr el empoderamiento económico de las mujeres, disminuyendo la dependencia
económica y la insuficiencia de ingresos, no se debe permitir que se siga
distorsionando el umbral de tolerancia hacia conductas nocivas contra las
mujeres. La clave para seguir mejorando en un trato digno para la mujer está en
seguir concientizando, creando conciencia, conciencia social.
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